viernes, 25 de enero de 2013

APRENDIENDO A CREAR



VERSO
ACRÓSTICO
Nombre de la actividad: ¿CÓMO TE LLAMAS?
Se trabaja el acróstico, elaborando uno con el nombre propio o con el de un     compañero. En este caso, se trata de utilizar únicamente adjetivos o sustantivos que se refieran a la persona sobre la que se hace el poema. Cada verso, una palabra. Y sin rimar.
Jovial
Optimista
Afable
Natural
Autentica

PROSA
Nombre de la actividad: CUENTOS AL REVÉS
Se cambia un cuento de forma que los buenos pasan a ser malos y los malos, buenos; los feos, guapos, y los guapos, feos...
Nombre de la actividad       OTRO FINAL
Cambiar el final de un cuento o de una historia conocida.

Erase una vez un lobo que había perdido a su familia en una batida de cazadores durante la época estival. El pobre lobo llevaba una semana solito por el bosque, hasta que un día vio a tres cerditos que estaban construyendo sus casas. Al principio no se atrevió a decirles nada porque creyó que le iban a rechazar, pero pasados unos días se decidió y fue a hablar con dos de ellos que cantaban alegremente. Cuando estuvo próximo a ellos toco la espalda de uno para preguntarle si le podían dar cobijo, pero sin darle tiempo a articular palabra alguna los dos cerditos salieron corriendo. El pobre lobo no se percató de que su aspecto desnutrido asustaría a los cerditos. Así que decidió ir a llamar a la casa donde había visto meterse a uno de los cerditos, que era de paja, para explicarle su situación. Cuando llamó a la puerta el cerdito dijo desde dentro:
- “Vete de aquí, no voy a dejar que me comas” Y cuando el lobo se preparaba para decirle que esas no eran sus intenciones, una ligerísima brisa sopló y la casa del cerdito se derrumbó. El cerdito salió corriendo despavorido y se metió en la casa de madera del otro cerdito que cantaba y jugaba antes con él.  El lobo se aproximo a la casa de madera para tratar de hacer entender a los cerditos que lo único que quería era algo de compañía en aquellos momentos difíciles, con tan mala suerte que se tropezó con una raíz de un árbol y cayó sobre la casa derrumbándola al instante. Los cerditos corrieron despavoridos a la casa de su hermano mayor, que era de ladrillo. El cerdito mayor pregunto a sus hermanos por lo sucedido y estos le dijeron que había un lobo que se los quería comer. El cerdito mayor se asomó por la mirilla de la puerta y vio como el lobo avanzaba tambaleándose, para acabar cayendo desmayado de hambre sobre el felpudo de la casa. El cerdito mayor sabía que aquel lobo era inofensivo, asique salió de la casa con unas cuerdas, lo ató de pies y manos y lo metió en casa. Una vez dentro de casa le dio algo de agua y el lobo se despertó, tenía los ojos llorosos y estaba famélico. El cerdito mayor le dio algo de comer y le pregunto que le había sucedido, y el lobo por fin pudo explicarles que estaba solo porque habían matado a su familia y llevaba tiempo sin comer.
Los cerditos se apiadaron de él y a partir de entonces vivieron los cuatro juntos en amor y compañía.


DRAMA
Nombre de la actividad             EL CUENTO DEL TAROT
Se utilizan los arcanos mayores del tarot para escoger los personajes de la historia que se va a crear. Se barajan y se saca un número determinado de ellas.  Se trabajará con ellas. Pueden utilizarse también cartas de rol.
Personajes
El loco – Inocencia.
El mago – Razón.
El emperador – Determinación.
La emperatriz – Amor y felicidad.
El ermitaño – Espiritualidad.
La justicia – Justicia.
La sacerdotisa – Pureza.
Cada adjetivo o nombre nos muestra como es cada personaje según el tarot, y así se comportarán en la historia.



Había una vez un niño, llamado el loco, que decidió emprender un viaje para conocer todas las cosas del mundo. Salió de su pequeña isla en su pequeña barca, sin rumbo alguno. Hasta que su bote llegó a una playa. Tras bajarse de su barca siguió un sendero que le llevó hasta un hombre que estaba trabajando en una mesa de madera:
LOCO – “Hola buen hombre, ¿Quién eres?”
MAGO –“Hola chico, soy el mago, ¿Qué te trae por aquí?”
LOCO – “Pues he decidido salir de mi pequeña isla para ver que me encontraba por el mundo”.
MAGO –“¡oh!, veo que eres un chico valiente y aventurero. Yo puedo enseñarte todo lo que hay en el mundo. Si te quedas conmigo podrás desarrollar la mente y la razón, y tendrás todo lo que desees”.
LOCO – “Muchas gracias, pero no sé si eso es lo que quiero”.
MAGO –“Si razonas correctamente llegarás a la conclusión de que no hay un sitio mejor que este para vivir”.
LOCO – “Muchas gracias señor, seguiré buscando por el mundo, y una vez que regrese a mi isla, decidiré. Si lo que más deseo es desarrollar lo que usted me ha dicho, vendré con usted”.
MAGO –“Muy bien, como quieras. Seguro que acabarás volviendo. Yo que tú me ahorraría el viaje”.
Y el loco dio media vuelta, se montó en su barca y siguió navegando.

Al poco tiempo llegó a los pies de una ciudadela enorme. Donde subió por unas empinadas escaleras hasta llegar a un trono.
EMPERADOR –“¿Quién eres muchacho? y ¿Qué es lo que quieres?”
LOCO – “Soy el loco, he salido de mi pequeña isla para ver que hay en el mundo ¿Quién es usted?”.
EMPERADOR –“Yo soy el Emperador”.
LOCO – “¿Qué podría aprender si me quedo aquí con usted?”
EMPERADOR –“Jajaja. En mi isla aprenderás lo más fundamental del mundo, liderazgo y autodeterminación. Nadie podrá manipularte ni dominarte”.
LOCO – “Está bien, me gusta su propuesta, seguiré buscando por el mundo, y una vez que regrese a mi isla, decidiré. Si lo que más deseo es desarrollar lo que usted me ha dicho, vendré con usted”.
EMPERADOR –“Muy bien chico, pero cuidado, en la vida a veces no hay segundas oportunidades”.
El loco dudo un momento, pero acabó dando media vuelta y subiendo de nuevo a su barca.

Tiempo más tarde la barca llegó a una isla desierta. El loco se bajó de la barca y vio a una mujer con una paloma en la mano.
LOCO –“Hola, ¿Quién es usted?”
EMPERATRIZ –“Yo soy la emperatriz muchacho, ¿y tú?”
LOCO –“Yo soy el loco”.
EMPERATRIZ –“¿Y qué te trae por aquí?”
LOCO –“He salido de mi pequeña isla para ver que hay en el mundo. ¿Qué podría aprender si me quedo aquí con usted?”
EMPERATRIZ –“Conmigo aprenderás a amar, conocerás la felicidad, la alegría y la satisfacción. Yo te protegeré de todos los males”.
LOCO –“Que duda cabe que su propuesta es tentadora. Pero creo que seguiré con mi viaje, y una vez que regrese a mi isla, decidiré. Si lo que más deseo es aprender lo que usted me ha dicho, vendré con usted”.
EMPERATRIZ –“Que decepción, esperaba que te quedases aquí conmigo, pero parece no haberte gustado mi propuesta. Bien, si así lo deseas, márchate”.
El loco volvió a subirse a la barca para adentrarse de nuevo en el agua.

De pronto su barca encalló en la roca. Aquel paraje era verdaderamente extraño, era como una gran roca en medio del mar. Se fijo en que en la roca había una cueva, en cuya puerta había un hombre sentado con los pies cruzados. Se aproximo a él y le dijo:
LOCO –“Disculpe buen hombre, soy el loco ¿Quién es usted?”
ERMITAÑO –“Soy el ermitaño”
LOCO –“Este paraje es desolador, ¿Qué hace usted aquí?”
ERMITAÑO –“Para llenar tu espíritu, has de estar solo contigo mismo, sin importar el espacio físico, solo estáis tu mente y tú”.
LOCO –“Bien, entiendo lo que dice, si me quedo aquí con usted aprendería a serenar mi espíritu ¿no?”
ERMITAÑO –“En efecto”.
LOCO –“Gracias, me parece una gran opción. Pero creo que seguiré con mi viaje, y una vez que regrese a mi isla, decidiré. Si lo que más deseo es aprender lo que usted me ha dicho, vendré con usted”.
ERMITAÑO –“Recuerda que la bondad esta dentro de todos, solo hay que buscarla”.
El loco desencalló la barca y siguió navegando.

La siguiente isla a la que llego parecía un lugar tranquilo y equilibrado. Después de andar varios metros entre frondosos árboles, llegó a un claro donde había una mujer cerca de una estatua de una balanza.
LOCO –“Hola. Soy el Loco y el mar me ha traído hasta tu isla ¿Quién eres?”
JUSTICIA –“Soy la justicia. ¿Cómo es que un chico como tu anda vagando por los mares?”
LOCO –“Porque me entro la curiosidad de saber lo que había en el mundo fuera de mi isla. Ya he visitado otras islas, ¿Qué podría tener si me quedo aquí contigo?”
JUSTICIA –“Pues yo podría enseñarte lo que es justo e injusto, y tendrías lo que te mereces, ya que como mi nombre indica, soy la justicia”.
LOCO –“Me parece justo, nunca mejor dicho, creo que seguiré con mi viaje, y una vez que regrese a mi isla, decidiré. Si lo que más deseo es aprender lo que usted me ha dicho, vendré con usted”.
JUSTICIA –“Cada uno tiene lo que se merece, así que al final, decidas lo que decidas, será lo que merezcas”.
El chico volvió a su barca y prosiguió con su viaje.

La niebla se hecho sobre el bote y el loco no veía nada, de repente su barca chocó con algo, el chico se bajó y ando entre la espesa niebla sin distinguir nada. Hasta que tuvo la sombra de una mujer frente a él
LOCO –“¡Uy! ¡Qué susto!”
SACERDOTISA –“Perdona si te he asustado, es que te vi entre la niebla y supuse que te habías perdido. Soy la sacerdotisa ¿y tú?”
LOCO –“Yo soy el loco, salí para ver el mundo desde mi pequeña isla y creo que ya va siendo hora de volver. Pero ya que he llegado a tu isla ¿Qué me podrías ofrecer si me quedo aquí contigo? ”
SACERDOTISA –“Pues conmigo podrías aprender el sentido que tiene la pureza, tanto en tus pensamientos, como en tus deseos o en tus palabras. Y desarrollarías enormemente tu intuición.”
LOCO –“Me gusta guiarme por mi intuición, así que me gusta tu oferta. Seguiré mi viaje, y una vez que regrese a mi isla, decidiré. Si lo que más deseo es aprender lo que usted me ha dicho, vendré con usted”
Volvió a su barca y emprendió el camino de regreso a casa

Durante el camino pensaba con que persona de las que había encontrado estaría mejor, y no llego a ninguna conclusión. Tras algunos días de viaje avistó su pequeña isla en el horizonte, parecía que aquello que veía eran siluetas de personas. Cuando estuvo más cerca pudo distinguir que en la pequeña isla estaban: el mago, el emperador, la emperatriz, el ermitaño, la justicia y la sacerdotisa.
Cuando el bote estuvo amarrado se situó en el centro del corro que habían formado y dijo:
LOCO –“Les agradezco mucho que hayan venido, no tengo muy clara la decisión que he de tomar, porque todo lo que ustedes me ofrecen me parece increíble. Así que creo que lo mejor que puedo hacer es pasar un mes al año con cada uno de ustedes”.
EL MAGO –“Me parece lo más razonable”.
EL EMPERADOR –“Has actuado con determinación”.
LA EMPERATRIZ –“Tu decisión me llena de felicidad”.
EL ERMITAÑO –“Tu espíritu obró bien”.
LA JUSTICIA –“Es lo más justo”.
LA SACERDOTISA –“Tus palabras suenan muy puras”.

Y así lo hicieron, el loco pasaba un mes con cada uno y un mes en su isla, así pudo aprender lo mejor de la vida. Y vivió tranquilo y en paz durante muchos años.


IMÁGENES DEL TEXTO EN FORMATO LIBRO












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